El Bayern de Múnich ha hecho su habitual entrega de coches y James Rodríguez se ha quedado con el Audi RS 7 Sportback 4.0, de un valor aproximado a los 150.000 euros en el mercado.
James Rodríguez es un fiel apasionado del mundo automovilístico y está bien contento con su nuevo coche. El Audi RS7 Sportback es un coche de mucha potencia, 445 kW (605 CV y que llega de 0 a 100 km/hora en apenas 3'7 segundos.
El colombiano se ha clasificado recientemente para el Mundial de Rusia con Colombia y ha vivido con alegría la habitual entrega de carros con su actual equipo. Su moral ha subido después de enterarse que Jupp Heynckes se hará cargo del Bayern tras la destitución de Carlo Ancelotti, su valedor.
La jornada maratoniana del sábado cumplió con todas las previsiones para el madridismo. Pinchazo culé y victoria madridista en el ‘tosco’ Coliseum de Getafe. Todo comenzaba de la mejor manera posible en el Sur de Madrid con un equipo, de nuevo, que presentaba infinitas novedades en el día más especial de Zidane, cumplía 100 partidos al mando de los blancos desde su llegada el 4 de enero de 2016. Un partido especial y que debía de ganar para no protagonizar el campanazo de la jornada y olvidarse, prácticamente, definitivamente de la Liga.
Karim Benzema, una de las grandes novedades en el ‘11’, marcaba (minuto 39) un golazo a Guaita que se estaba erigiendo por momentos como héroe del cuadro azulón. El ex portero del Valencia dejó seco a Cristiano Ronaldo en la primera mitad por intervenciones de mucho mérito. Un partido extraño en el que incluso saltaban espectadores al césped, con enorme parecido a Cristiano, por cierto, y del que el Real Madrid se había embotellado en la primera mitad.
En la segunda mitad comenzó con la misma tónica y, por cierto, también con el ‘empujoncito arbitral’ de la jornada. Salvaba Guaita y ejecutaba Martínez Munuera (árbitro del partido) para que el Getafe metiese un gol en claro fuera de juego, empatase el partido y llevase el delirio a la grada. Sacados del encuentro, por el árbitro, el Real Madrid apuntaba directo hacia el estrepito, una jornada más. Cristiano Ronaldo fallaba goles cantados y la desesperación hacia precipitar a los madridistas que terminaron el partido en un escenario muy parecido al pinchazo liguero ante el Real Betis. Hasta que Isco salió al campo, se puso su sombrero de mago, y convirtió la oscuridad en luz. Cristiano terminó con la sequía tras la magnífica asistencia del malagueño, 1-2, y el problema ya no estaba en Getafe.
Horas después jugaba el Barça a escasos kilómetros contra el Atlético de Madrid. La Liga pasaba por la capital del país de Gerard Piqué. El Wanda Metropolitano, impoluto , ejercía máxima presión desde el inicio y ahora la presión era para el equipo azulgrana. Desde el minuto 1 hasta el 90 sintieron el aliento madridista en el cogote, acobardados, solo pudieron tirar de Messi que poco pudo hacer ante la ordenada zaga del cuadro colchonero.
Saúl marcó el 1-0, pero bien pudo hacerlo Griezmann que tuvo un par de oportunidades ante Ter Stegen y volvió loco al barcelonismo. El equipo rojiblanco jugaba a lo que quería el delantero francés. Sin embargo, el ex de La Fábrica, imponía su ley del gol ajustando un tiro al palo. El Cholo Simeone, visto el escenario, decidió auto suicidarse cuando podía haber hecho más sangre en el Barça y puso a los 11 jugadores del Atlético en su propia área. Le valía el 1-0, podía marcar el segundo a la contra, pero se dedicaba a defender ese resultado.
Es lo que tiene el conformarse con un resultado, que no siempre sale bien y como uno desea. Sergi Roberto se la puso a Luis Suárez y en una de las pocas llegadas del Barça, 1-1, y los locales a pedir la hora. Se les hizo muy largo el tramo final de partido, aunque pudieron aguantar el empate y apretar la Liga. En Chamartín, ya se está a 5 puntos, se vuelve a depender de sí mismo para salir campeón liguero y ya llueve menos…