Marco Asensio vio portería tras 56 días de sequía.
El verano pletórico de Marco Asensio quedó atrás por una dura y contundente sequía que le ha privado de ser el buque insignia del Real Madrid en los últimos partidos. Asensio se puso muy alto el listón en verano y muchos le acusaban ya y se atrevían a señalarle con el dedo. Ha tapado la boca de sus críticos de sopetón.
En el minuto 28, y no solo nos debemos quedar con el gol, marcó un tanto que rompía una sequía de 56 días sin marcar. Su verano fantástico, esas noches gloriosas de agosto y septiembre quedaron atrás con un octubre que le dejó 'seco' tras ser la estrella del equipo y quien tiraba del carro sin Cristiano Ronaldo.
Asensio ante el Eibar volvió a sonreír y a demostrar que es un jugón y que tiene cuerda para rato. El balear está a tope y predispuesto para seguir dando guerra. Es el pichichi del equipo merengue en Liga y quiere volver a ser el líder que fue en su día del equipo. Con actuaciones como ante los eibarreses va por buen camino, desde luego.
Un partido en el Santiago Bernabéu este año era señal inequívoca de peligro. Los blancos ya pincharon (1-1) contra el Eibar la pasada temporada y no podían repetir errores del pasado. Un partido en el que lo más importante y lo más reseñable fue que terminó con los tres puntos en el bolsillo de los merengues. Y no costó mucho sudor. El Eibar apenas inquieto la meta de Kiko Casilla.
En la primera mitad el Real Madrid jugó al ‘tran tran’ y vencía 2-0, cosas del fútbol…Tampoco es que entrasen a las primeras de cambio ya que Isco tuvo un mano a mano en el primer minuto y lo desaprovechó. Cuando el partido parecía encasillado llegó el primer gol de la noche (minuto 18) y fue de un defensor en propia portería y a balón parado, la gran asignatura pendiente de los merengues.
Pocos momentos después (minuto 28) 10’ concretamente, llegó el 2-0, un premio de exceso para un equipo que había llegado con poco fútbol, pero que estaba haciendo justicia a las ocasiones desperdiciadas que arrastraba de otros partidos en los que ha perdido puntos. El equipo de Mendilibar, lejos de su mejor versión, era un sparring y Asensio les daba la segunda ‘bofetada’ de la noche.
En el segundo tiempo llegó una de las jugadas polémicas de la noche y de la que todo el madridismo quiso hacer énfasis antes de que hablasen los protagonistas. Casemiro derribaba a Inui dentro del área y parecía ser penalti, sin embargo, el propio japonés le confesó a Mendilibar tras el partido que no había sido derribado por el brasileño. Honorable gesto de Inui que destruye el patético antimadridismo que ya buscaba excusas ante la derrota.
Entre esa polémica Isco fallaba un mano a mano y Cristiano se desesperaba por no encontrar su gol. Marcelo redondeó la noche regulera de los madridistas combinando con Benzema en una jugada de pura ‘delicatessen’. El brasileño metía el 3-0 final y se señalaba el escudo recordando que el Real Madrid está vivo. Ganar es lo importante y se ha hecho ante el Eibar para proseguir la ‘caza’ liguera a Barcelona y Valencia. La tormenta ya parece haber amainado y el Bernabéu volvió a sonreír.