El banquillo del Real Madrid estalló de alegría con el gol de Marcelo. Danilo no pudo reprimirse y saltó al césped dónde se formó una piña que ‘huele’ a título.
Marcelo batió con un zapatazo sublime a Diego Alves y destrozó todas las aspiraciones de los que querían que el Madrid pinchase ante los chés. El banquillo supo desde el primer momento de la importancia de la victoria y por ello lo celebró a lo grande.